Para dar comienzo a examinar la envergadura de las técnicas
educativas, es indispensable primero definirlas. ¿Qué son las técnicas
participativas? ¿Qué fundamentos aportan a la educación?
A grandes rasgos, las técnicas educativas son instrumentos
que se usan en ciertos procesos, como ser educativos, con el meta de adquirir
algún tipo de conocimiento. Son métodos basados en la ejercicio que apuntan a
crear un entorno donde se puedan realizar discusiones y reflexiones grupales.
Veamos cómo se han usado estas técnicas con diferentes propósitos a través de
los años.
Como primera utilización tenemos la orientación que usa la
psicología. Básicamente, este caso se vale de técnicas grupales que intentan
ganar una desinhibición grande del individuo y su identificación con el grupo.
Aquí no se persiguen finalidades educativas sino que la atención sólo se
concentra en la conducta de las personas y sus respuestas a determinados
estímulos, al encontrarse en una circunstancia donde hay una fuerte influencia
del entorno.
Encima, las técnicas participativas han sido usadas
ampliamente para el trabajo con grupos que no cuentan con un nivel académico
desarrollado. Las propiedades del grupo no permiten la profundización deseada
de los temas que se discuten, pero, de todas formas, este no es el meta que se
plantea. De esta forma, no se intenta averiguar en los ideas, sino que se
apunta a alcanzar un ambiente de reflexión sencilla y mantenida para los
participantes.
En el último caso, nos encontramos con el uso que le da la Educación Popular
a las técnicas participativas. Esta percepción ve su potencial en la pauta del
grupo y la excitación que pueden provocar estas tareas. Así, no se tiene en
cuenta positivamente la dimensión transformadora del proceso educativo. En el
interior de esta corriente, los coordinadores de los grupos desarrollan la
tarea de sustentar la dinámica de la discusión a través de distintas
herramientas, de forma tal que la reflexión se manifieste de forma fluida y sin
trabas.
Es significativo destacar el pensamiento de las técnicas
participativas como sólo un instrumento significativo y no una metodología. La
educación popular las utiliza, pero no fundamenta en ellas sus ideales ni sus
propósitos. Mas allá de esto, han demostrado ser de gran utilidad para
desiguales ámbitos, y cada vez están más difundidas en los diferentes tipos de
educación.
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