Sobre la educación física

En la actualidad, todos aceptamos como algo normal que los alumnos de escuelas y colegios de diferentes edades tengan un espacio curricular exclusivo para la educación física. Pero, ¿de qué se trata esta disciplina? El concepto de educación, como sabemos, es amplio y por eso es que hay que considerar sus desiguales aspectos y objetivos.

Principalmente, la educación física tiene la finalidad de enseñar al colegial a conocer y cuidar su cuerpo, para custodiar la buena salud y, al mismo tiempo, crear habilidades motrices que le permitan desarrollarse correctamente en entornos deportivos y sociales.

La Organización Mundial de la Salud ya ha establecido en muchas ocasiones la repercusión que tiene la actividad deportiva para la vitalidad. Es de mucha ayuda para prevenir el sedentarismo y los problemas que el mismo puede causar en nuestro cuerpo. Hablamos, por ejemplo, de enfermedades cardíacas y, sobre todo, la obesidad.

El razonamiento de la educación física no se presenta nada más en escuelas y colegios cuando un profesor da una clase. En realidad, se desarrolla a lo largo de muchos años durante el crecimiento de cada individuo, e incluso puede aparecer en adultos que estén dispuestos a desarrollar más a fondo ciertas capacidades.

En cuanto a la forma y los métodos de cada clase, hay que afirmar que cada profesor tendrá su personal enfoque y guisa de enseñar los pensamientos. A pesar de esto, sí hay características comunes que deben manifestarse, y las mismas se relacionan, más que nada, con la preparación con la que cuentan quienes se encuentren al frente de los alumnos.

Los profesores son profesionales capacitados, que se han preparado en universidades o institutos académicos, por lo que cuentan con conocimiento de los desiguales aspectos que aparecen en la educación física. De esta forma, no sólo están al tanto de las diferentes técnicas que pueden emplear para enfrentar su clase, sino que todavía conocen a fondo los desiguales deportes que van a enseñar y las peculiaridades del cuerpo de sus alumnos y sus capacidades, teniendo en cuenta su desarrollo y su peso, entre otras peculiaridades.

También, quiero destacar aún el valor que tiene la educación física para desarrollar en los jóvenes el espíritu de trabajo en equipo. Como todos sabemos, en la mayoría de los deportes (precisamente los que se enseñan en educación física) hay un enfrentamiento entre equipos constituídos por varias personas. A partir de esta competencia es que vamos encontrando cada vez más practicable el trabajar entre todos para obtener un meta popular, el creer en otros compañeros y el delegar responsabilidades para que el trabajo sea más eficiente. No es necesario aclarar por qué estos sentidos van a ser principales en la vida futura de los jóvenes.

En conclusión, el concepto de la educación física cumple un papel vital en el desarrollo de las personas por todo lo establecido en los párrafos anteriores. Es una disciplina que no hay que olvidar y, por el contrario, debemos promover e instalar con fuerza en la educación formal.